lunes, mayo 15, 2006

Un cuento subidito de tono, los muy sensibles abstenerse



















Inocencia

Te fuiste poniendo tenso. La conversación era tan cotidiana para mí, que el hecho de ver tu incomodidad, allá atrás, mientras dejabas que los otros hablaran por ti, sólo me produjo risa. Ahora me pareces tierno mas que risible. Te llevaste la lata a la boca e intentaste un trago largo de cerveza, digo intentaste porque la lata estaba vacía, la recogiste del suelo donde se encontraba tirada de lado y abierta. Yo te vi recogerla mientras acordaba con tus amigos los costos de toda la faena que pretendían regatear, como si yo debiera responder a sus ahorros de estudiante, a sus insignificantes ofertas. Si lo hice fue por ti, por tu torpeza con la lata, por tus mejillas de lata-doras, porque contigo sabía que sería distinto. Son cosas que una sabe de tanto trabajar con hombres. Tus amigos ya lo habían hecho. Los despachó una noche Carla con sus nalgas prepotentes en un motel barato del centro. Yo estaba con ella antes de que vinieran y se la llevaran en su carro prestado. Se les notaba la inexperiencia. Antes de decidirse dieron unas tres vueltas por la cuadra, miraban con pudor, como avergonzados de sus deseos. Así son siempre la primera vez, después no dudan en pedirte que se las mames sin parar, no escatiman en gemidos ni palabras que no dejan de darme risa. Eso mamita, chúpamela bien rico. Qué gracioso debe sonar eso de la boca educada de uno de tus amigos. La Carla me contó todo de la primera noche con ellos, el tamaño de sus penes, la cantidad de semen, la forma y color de sus calzoncillos, la cara que ponían antes de venirse. A ella le encantan esos detalles, es una estadista. Lleva un resumen detallado de todos sus encuentros en un cuaderno que se compró un día que estuvimos de paseo por el centro. Era temporada de compras escolares y las familias andaban revoloteando fastidiosamente por todo el comercio. La carla cogió un cuaderno de los digimón, unos bichitos japoneses que andaban de moda por esa época. Desde ese día empezó su tarea científica. Ni la droga ni el alcohol impiden que cada día, ya en la madrugada, cuando se ha limpiado el semen del cuerpo (porque aunque las costumbres hayan cambiado, siempre queda algo que se resiste a entrar en su prisión de látex) y se ha bañado por horas con agua hirviendo, se ponga a escribir los datos recogidos durante el trabajo. Pero el día que tus amigos vinieron yo no estaba para niñitos de papi insoportables. La Carla no tiene escrúpulos, para ella todo es ciencia, entonces se los llevó y les explicó cómo funcionaba la cosa, para que cuando volvieran no fueran tan indecisos y estúpidos. Hoy acepté a tus amigos sólo por estar contigo. Cuando Carla los vio llegar, se alistó segura de que venían por ella, pero te vi atrás y tuve que pararla, decirle que esta vez iba yo. Tu verás, yo sólo lo hago por continuar con mi tarea, de otra forma mandaría a la mierda a esos chinitos malcriados y malapaga, dijo, mientras me dejaba libre el camino. Yo sabía que a ella le encantan los jóvenes y sus palabras no correspondían a sus verdaderos deseos, pero ella me respeta mucho, si yo le digo que me deje un trabajo, ella me lo deja. De todas formas después me hace contarle todo y lo anota en su cuadernito ridículo. Pero relájate más bien, que tus amigos no están por acá, estamos solitos para pasarla rico, si quieres claro. Esos amigotes que tienes son unos malpariditos, yo sé que tu eres distinto, si no quieres hacer nada no tienes que hacerlo, pero al menos relájate, o es que te parezco muy fea. Qué vocecita la que tienes, a duras penas te salen las palabras. ¿No te gusto? Entonces tranquilízate que te voy a hacer bien rico. Parece que nunca lo hubieras hecho, es eso, y no quieres que así sea la primera vez, qué guevoncito que eres, esperar a la mujer ideal, después te darás cuenta que eso no existe y te arrepentirás de no haberlo hecho conmigo, una experta que además empieza a quererte. Ven te vas quitando la camiseta, me muero por ver tu piel de niñito rico. Eso, ya ves que no es tan malo, es sólo cuestión de dejarse llevar, y tranquilo que tengo condones y estoy limpia. Te da asco como hablo cierto, qué boba soy, cómo voy a hablarle de esas cosas a un niñito de bien en su primera vez, pero es mejor que vayas aprendiendo, la vida es una mierda a veces, y tu, niño rico, deberías irlo sabiendo, esto no es sólo diversión, yo no soy sólo un hueco. Si, por eso me gustas, tu si me valoras. Yo a ti en cambio no, crees que me siento bien siendo rechazada, si soy la puta más linda que puedes tener en toda la ciudad, la más sana, agradece que no te tocó con la Carla, ella se le mide a todo, no te imaginas lo que me ha contado, qué te vas a imaginar si en tu mundo de dos cuadras todo es perfecto y yo soy una pesadilla, algo de otro mundo, un dato a ignorar. Al menos tus amigos son menos guevones en ese sentido, ellos no estarían tan aculillados como tu. Mejor te dejo en paz o vas a terminar odiando todo esto, y sobre todo a mí, que es lo que más me duele, porque aunque te haya dicho que eres un guevoncito, sé que lo digo por pura malparida que soy, por no dejarte creer que me tienes embobada con esa cara, esos ojos y esa voz que me dice que me deje tocar, que pare de hablar que si quiero que me paguen por eso, mejor me meta en política, y yo que creía que no serías capaz de decirme nada de nada. Lo tonta que puede ser una cuando cree que conoce a los hombres. Tu lo que te estabas era haciendo el pendejo conmigo, quien te viera tan hábil con esas manos suaves de pianista tocando carne ajena como propia, sin titubeos, como quien sabe lo que hace porque lo ha hecho muchas veces. Yo quería enseñarte niño bonito, pero no pares que eso que estas haciendo está muy bien, ni me di cuenta de cuando me fuiste empelotando toda y te sacaste la ropa. Eres más lindo de lo que pensaba, de espalda ancha y piernas peludas, justo como me gustan. Y todo ese ímpetu repentino me tiene enloquecida. No sabes, hasta llegué a pensar que eras marica. Qué equivocada estaba. Deberías dejarte tocar más, mira que soy una gran mamadora. Oye pero no seas tan agresivo, sólo quería hacerte saber que me encantaría hacerlo, no era para que te pusieras así, yo me dejo hacer lo que quieras pero no es necesario que lo hagas a la fuerza, eso si no me gusta. Dónde se quedó tu carita bonita, esa ingenuidad tan natural sorbiendo una lata vacía. Se quedó en la parte trasera del carro. Qué haces, te dije que no era sólo un hueco, suéltame bobo malparido, ve a tratar así a tus puticas enmascaradas del country club. Y para qué los llamas, nada de eso habíamos acordado. Quedamos en que estaríamos los dos solos todo el tiempo, no me gusta hacerlo mientras otros miran, no es que sea una puta moralista, es que una tiene sus preferencias y esto no me está gustando, no confió ni en tus amigos ni en ti, déjenme ir o grito malditos enfermos. Ay Carla, si me hubieras dicho que no, que el trabajo sucio te lo dejara a ti, la de la mente científica, la que se aguanta estos juegos que yo no entiendo. Los que tu libreta de digimon me cuentan todas las noches mientras espero que vuelvas. Yo no quería esto, yo quería al niñito rico de la cara bonita y la lata vacía, al de la voz entrecortada. Esto es otra cosa, una bestia que enbiste sin reparos, que me desgarra por dentro, que invita a sus amigos para presenciar mi caída y humillarme. No me merezco esto Carla, nadie me preparó para esto, no quiero que así sea, no en mi primera noche.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

La conversión del joven tímido en el loco que EMBISTE es más creíble... En cambio la muchacha termina diciendo que es su primera noche, pero al principio comenta que ciertos temas que lo ponían tenso eran conversaciones cotidianas para ella.

Irving dijo...

Sí, porque ella es amiga de Carla, y lee lo que escrbe en su cuaderno, cree que es, fantasea con que lo es, pero tal vez no se entiende así.

Anónimo dijo...

Creo que se comprende perfectamente. A ella le gusta jugar a que lo sabe todo basándose en los curiosos datos recopilados por su amiga, la "puta estadista", sin embargo una vez se enfrenta a una realidad que va más a allá de lo que ha escuchado, muestra su frágil condición de neofita en la materia. Me encanta la forma en la que conduce al lector, he leido en varias oportunidades su blog. No claudique, anote uno más en la lista (¿ahora serían 4?).

Elaxolotl dijo...

lo más llamativo de todo es el envestimiento, yo dije hoy envolatar, pero bueno son cositas tontas, cositas, ahora que lo pienso ese cositas es como muy puton, son cositas tontas, cositas ricas, cositas grandes (paradojico) cositas buenas, carla un saludo cariñoso donde quiera que estés.
Muy bonito
pero el reto ahora es que sean más largos.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Está chévere. Solo una cosa: no es puta estadista, sino estadística