martes, octubre 26, 2010

Estar o no estar

Hoy me percaté, mientras leía en el baño un libro de Mario Levrero, de la manera en que desde el lenguaje afrontamos a la muerte. Cuando alguien muere, no deja de estar, decimos tal o cual persona está muerta. Si alguien nos pregunta inadvertidamente por alguien que no sabía había muerto, uno no dice que no está, por el contrario, lo primero que se dice es que está, pero muerto, que está muerto. Como si la muerte de alguna forma fuera una presencia. No vemos a la persona, no sentimos a la persona, no oímos a la persona, no olemos ni percibimos de ninguna forma su ser material, digamos, y sin embargo no decimos que no está, como cuando alguien se ausenta por un corto tiempo, en donde en cambio no tenemos reparo en decir, no, no está, se fue a comprar cigarrillos. Si ese ser hipotético hubiera muerto, en vez de haberse ausentado momentáneamente no hubiera dejado de estar, estaría muerto, pero estaría. La muerte nos acerca a la ubicuidad, o eso es lo que desde el lenguaje pretendemos.

miércoles, abril 21, 2010

¿QUIEN?

¿Quien dijo por primera vez la palabra guerra, quien entendió qué quería decir esa persona por ella, quien la uso del mismo modo y la llevó con su aliento a otros lugares, quien la definió en una enciclopedia, quien supo cómo declararla a un rival, quien entendió esa declaración, quien tuvo miedo al oírla, quien hizo sus primeras reglas, quien fingió entenderlas, quien la impulsó con su silencio, quien fue la primera víctima de una, quien el primer rehén, quien osó festejar sobre las ruinas de un pueblo; de una ciudad, de un país, de cuerpos desmembrados, quien se entusiasmó con la idea de matar, quien fabricó el primer soldado de juguete, quien la primera arma, el primer cañón, la primera bala, el primer rifle, la primera bomba, quien se enriqueció con una, quien torturó y violó bajo su influjo, quien pensó alguna vez que se podría ganar una?