martes, octubre 26, 2010

Estar o no estar

Hoy me percaté, mientras leía en el baño un libro de Mario Levrero, de la manera en que desde el lenguaje afrontamos a la muerte. Cuando alguien muere, no deja de estar, decimos tal o cual persona está muerta. Si alguien nos pregunta inadvertidamente por alguien que no sabía había muerto, uno no dice que no está, por el contrario, lo primero que se dice es que está, pero muerto, que está muerto. Como si la muerte de alguna forma fuera una presencia. No vemos a la persona, no sentimos a la persona, no oímos a la persona, no olemos ni percibimos de ninguna forma su ser material, digamos, y sin embargo no decimos que no está, como cuando alguien se ausenta por un corto tiempo, en donde en cambio no tenemos reparo en decir, no, no está, se fue a comprar cigarrillos. Si ese ser hipotético hubiera muerto, en vez de haberse ausentado momentáneamente no hubiera dejado de estar, estaría muerto, pero estaría. La muerte nos acerca a la ubicuidad, o eso es lo que desde el lenguaje pretendemos.

No hay comentarios.: