miércoles, noviembre 19, 2008

Pérdida mítica

Después de la destrucción de la ciudad, ocasionada por la erupción de un volcán que nunca supimos era tal, pues se perdía entre las montañas, no nos quedó otra opción que mudarnos y empezar de cero en otro lugar. Para evitar los inconvenientes de los volcánes, decidimos hacer nuestra nueva ciudad en una planicie interminable. Pero era tal la necesidad de montañas, que emulándolas construimos toda suerte de edificios, cada cual más alto que el otro, con la simple intención de poder ver desde arriba, dónde estábamos parados antes de subir a ellos. Sin embargo, el tiempo y las necesidades nos llevaron a concebir la vida en los edificios, fue así que paulatinamente nos mudamos a ellos para más nunca volver al suelo. Me gustaría acordarme ahora de cómo eran las montañas.

martes, noviembre 18, 2008

Hombres de sal

Al caer la tarde los hombres vuelven a sus casas. Llevan sal en todo el cuerpo, impregnada a cada poro. Las mujeres los reciben con pescado frito y arroz con coco. Cuando el pueblo finalmente cae en el abismo del sueño, sin que nadie se de cuenta, el viento entra y se desliza suavemente por cada habitación, despojando la sal de esas pieles quemadas. Con paciencia de viento, arruma en un montículo la sal recogida durante la noche y se marcha al mar. Cada mañana los hombres ven emocionados cómo una nueva pila de sal nace de la nada, y rezan al dios del agua por bendecirlos con tanta abundancia.

lunes, noviembre 03, 2008

Little britain y capusotto

Si horas y horas de internet te secaron el cerebro y lo redujeron al estado de un chicle dietético masticado por más de una hora; si después de chismosear la vida de quienes pensaste nunca volverías a ver en facebook, y quedaste con ganas de pegarte un tiro al saber que todos parecen tener mejor trabajo que el tuyo y el que menos ha viajado eres tu; si leer esto empieza a molestarte tanto como para querer ir a algun otro reducto cibernetico donde puedas desfogar tus ansias de sexo digital sin tener que leer las opiniones de un pelotudo sobre qué tan miserable es su vida; si te parece tan confusa la puntuación de este párrafo como a quien lo escribe, tal vez los siguientes videos puedan hacerte olvidar un poco todo este prologo inutil.

Espero que los disfruten tanto como yo.