martes, junio 06, 2006

Otro par

Olvido

Franz se puso a escribir como pudo, a pesar de que la tos no lo dejaba en paz un solo segundo. Era una carta dirigida a su amigo Max, en la que le ordenaba quemarlo todo. Cuando este la recibió, fue adonde le indicaba, recogió lo que encontró en distintas cajas y lo poco que había sobre el escritorio. Lo llevó a un lugar solitario a las afueras de Praga, allí lo roció todo con alcohol y encendió un fósforo. Antes de lanzarlo a la pila de papeles, pensó que mejor se guardaba uno de esos escritos, así que cogió una hoja de papel húmeda por causa del alcohol, y después de doblarla se la metió en un bolsillo. Camino a casa recordó la hermosa llama azul que propició y se alegró de haberlo hecho.

Su esposa Cogió el pantalón para lavarlo, y al revisar sus bolsillos se percató del papel, lo sacó y al darse cuenta de que en vez de palabras había un manchón de tinta, se decidió a botarlo.

Esa noche le preguntó a Max si el papel que tenía en el bolsillo era importante. El le lanzó una mirada inquietante y después de unos segundos agregó: no era nada, tranquila que no era nada.

Anticristo

Ese día al bañarse se percató de que en su pecho campeaban seis pequeños lunares. Cumplía sesenta y seis años, y si no fuera porque su nieto menor lo fue a llamar al baño, habría llegado tarde a la fiesta que le tenían preparada sus otros cinco nietos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el abuelo era Max, quien el mismo día de su fiesta había cumplido el encargo de Franz, disfrutando la bella y enorme llama azul... una llama mucho más grande que la que podía producir el escaso alcohol regado sobre aquellos papeles llenos de signos misteriosos.

Irving dijo...

Bueno, es una interpretación, en realidad Franz es kafka, y Max su amigo Maz Brod, a quien le encargó en verdad sus escritos para que los quemara. Por supuesto él no lo hizo.

Anónimo dijo...

Ups! Qué buena corchada. Ahora sí me parece obvia y no caprichosa la referencia a Praga. Qué tal que Max lo hubiera hecho, eso sí habría sido diabólico.

Irving dijo...

Si, pero la ex sí le quemó varios, ella no tuvo reparos, si él lo hubiera hecho, no conoceríamos a Max Brod, y de kafka tendríamos unos muy buenos relatos, no creo suficientes para darle la importancia o al menos para que alguien como yo, no sé cuantos años después pueda leerlo. Un dato triste y algo curioso de su biografía: Kafka padeció de tuberculosis, y las consecuencias de esa enfermedad en su debil organismo fueron devastadoras, al final de su vida no pudo volver a comer, ya que el dolor en la garganta y demas organos adyacentes era insoportable, y a falta de tratamientos intravenosos en esa época, que le pèrmitirían mantenerse con vida sin necesidad de ingerir alimentos, murió de inanición. Un cuento suyo muy lindo es Artista del Hambre, donde un señor va con un circo haciendo un acto poco circense: aguantando hambre. Ese relato lo revisó en su lecho de muerte (dice la biografía que encontré) seguramente tendría algo más que decir al respecto.

J. dijo...

El artista del Hambre es un cuentaso...me alegra que ande leyendo kafka...es muy my bonito...

Anónimo dijo...

este montoncito de comentarios se volvió super especializado en autor, felicitaciones a todos, me han hecho salir de mi ignorancia Gracias.