martes, julio 04, 2006

De desfiles y orgullos

El siguiente escrito es un paréntesis al árticulo de mi relación con la música, el cual se encuentra en receso.

Camino a casa, desde el Carrefour de la 170 (único lugar que tenemos los que vivimos por esta zona para hacer eso que hacen los citadinos: comer en restaurantes, tomar capuchinos y expresos, cortarse el pelo, enviar correspondencia, o simplemente buscar algo en la zona de rebajas, aunque no se tenga plata para nada) estuve pensando en el enfoque que debía darle a lo que me dispongo a escribir. Y si bien, es apenas natural que un escrito provenga del análisis, del tiempo muerto; no es habitual que me haga tantos cuestionamientos para escribir.

El domingo pasado se celebró a fuerza de imposición y arrojos personales, una marcha más por la séptima con motivo del día del orgullo gay. Según cierta información de prensa, cerca de 10.000 personas marcharon. Era un grupo heterogéneo de homosexuales o simpatizantes (bisexuales y heterosexuales), donde cabían desde la reina seleccionada para miss travesti internacional, hasta desprevenidos espectadores, atraídos por el colorido y la alegría (gaiety) de los participantes. Hasta ahí, si estuviéramos en San Francisco o Nueva York, no habría nada más que agregar. Pero no es así, estamos en Colombia, un país extraño y violento, donde con frecuencia, la insensatez, la corrupción y la ley del que más tiene y más balas dispara por minuto, terminan por sustituir a los valores de un estado social de derecho; las palabras justicia y democracia son reemplazadas por fuerza y poder. En este contexto, no es de extrañar que un simple desfile de un grupo minoritario por reivindicar sus derechos y su posición en la sociedad, cause tal derroche de sandeces, como las dichas en el foro del tiempo con motivo del artículo que comentaba el desfile, y reviva ese espíritu de país morrongo, de fundamentalistas del horror y la estupidez, que cada tanto aparece cuando de pisotear derechos se trata.

Pero ese ímpetu iracundo con el que nos lanzamos contra gente que ni conocemos ni queremos conocer se lo aplicamos a todo, y por nombrar sólo un ejemplo reciente, recuerdo que Daniel Samper, el columnista y escritor, en época de campaña fue bombardeado con correos donde de la manera más ofensiva y violenta (en lo que las palabras pueden ofrecer a la violencia) se le cuestionaba y descalificaba por su posición política. Y aclaro que es prudente y necesario que se cuestionen las posiciones de quienes tienen el poder de opinar para millones, pero no de la manera en que se hizo, pues aporta sólo odio y confusión. Yo mismo fui objetivo de ese bombardeo, cuando me dio por responderle a una señora que desvirtuaba la información de una cadena contra Uribe, diciendo que todo era falso. Le escribí diciendo que tal vez no todo era falso, y que apoyar a alguien no significa creer ciegamente en sus actos y no cuestionarlos, por principio. La señora me respondió con varios mensajes insultantes en un lapso de pocos minutos. Por supuesto puse su correo en indeseados y le escribí un último mensaje diciéndole que no quería que me escribiera una sola vez más. Mi intensión de tener un dialogo con esa señora se fue literalmente para el carajo. Al parecer las personas de bien de este país no quieren tener que ver con nadie que no piense y actué como ellos. Lo importante es que vamos p’adelante, así no tengamos la más mínima idea de qué quiera decir eso, si adelante hay un abismo o una muralla o un desierto... (pero no pienso alimentar más semejante metáfora tan simplista).

Leyendo los comentarios del foro, parece que en vez de hablar de personas, se hablara de desechos putrefactos. Es evidente que una persona que se atreva a confesar lo siguiente: De solo imaginarme dos varones en la intimidad me voy en vomito.... Que porqueria, que asquerosidad, Tiene un problema que no tendría por qué trascender más allá de la esfera privada, y , mucho menos convertirse en posición ética o moral, de ser así, se estaría confundiendo la opinión ignorante y fóbica de alguien, con una toma de consciencia frente al otro, con un interés general. Otro comentario de alguna señora de bien un tanto mal hablada dice: Nuestro cuerpo Dios nos los hizo perfecto, cada cosa tiene un servicio....y estos homosexuales le dan dos servicios al kulo y dicen que de tanto usarlo para el sexo se les agranda y muchos pierden el aguante que viven kagados. No pienso comentar la parte teológica, pero sí el hecho de que un tabú, como el sexo anal, termine siendo junto al SIDA, la causa exclusiva de muchas misivas en contra del homosexualismo. Aún hay mucho miedo, desconocimiento y falta de interés por comprender otras realidades. Pero no pretendo seguir alimentando el odio destilado de esos mesajes, sólo sacar dos de los muchos comentarios allí escritos, no los más violentos e hirientes, tan sólo los de un par de personas del común que se atrevieron a poner lo que pensaban al respecto y que entiendo, comprenden una franja de la opinión importante, la que ha impedido que se creen leyes más modernas respecto al tema en el país y la que ignora o no se escandaliza con la noticia de que desde el 2000 al menos 60 personas hayan muerto por ser homosexuales. Cosas más importantes hay que arreglar, pensarán. Plata para esos desfiles es despilfarro, hay cosas más urgentes, dirán.

Pero entonces qué hacer ante una opinión pública desinformada, con miedo, indiferente, altamente influenciable por los dictados de un pastor o un cura con ínfulas de protector de la moral nacional (si es que eso existe), o un presidente- papá- decimonónico, que llama al sexo gustico, y lo aconseja sólo después del matrimonio. Francamente no sé. Lo único que puedo aconsejar es que quienes sean homosexuales lo sean más allá de una marcha inocua, lo sean en sus trabajos, en donde estudian, lo sean en el supermercado y en las panaderías, en los estadios y centros comerciales, en la televisión y el gobierno, con sus familias y amigos, lo sean día a día en toda actividad, no sólo en los saunas y videos porno, no sólo en bares y discotecas. Pocas personas se atreverían a escribir lo que leí en el foro si supieran que hablan de su hermano, de sus hijos, de su amigo, de su compañero de trabajo, de su padre o madre, de quien les arregla el carro, de su profesor, de quien canta su canción preferida o de quien leen memorables prosas. Así todos nos daríamos cuenta que serlo es una condición u opción tan intrascendente en el interés general como la de tener los ojos amarillentos o ser vegetariano. ¿Nadie haría un desfile para demostrar su orgullo por tener los ojos de tal color o por que no le gusta la carne, o si?

Terminé por darle un tono trascendente y serio, aunque bien hubiera podido escribir a lo Vallejo, mandando a todos a la mierda y cagándome en cuenta cosa cree la gente, o desde una posición que me involucre más a mí y me incluya como víctima. Pero preferí evitar el patetismo, aunque algo de remanente hay, ustedes disculparán. Pero bueno, quería salir de esto antes de ponerme a terminar lo de mi relación con la música.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

De mejor forma no podría haber sido expresado. No es sólo pueril adulación, en verdad me llega lo que escribe. Hace algún tiempo un buen amigo pasó por horrores impronunciables por su 'inclinación sexual' (modus vivendi diría yo), me sentía tan impotente al ver que las personas le condenaban sin conocerlo, incluyendo sus familiares. Las personas son tan ciegas al hecho de que un homosexual no es un personaje unidimensional reducido a una preferencia sexual, es un ser integral, con muchos matices tan diversos y enriquecedores. Es una verdadera lastima que él haya sucumbido al abrazo de thanatos, pero me siento honrado al haber tenido la oportunidad de ser su amigo. Me agrada que sus escritos asuman un caracter social. Siga así.

Anónimo dijo...

Es un muy buen artículo de opinión. Yo propondría eliminar el último párrafo o trasladarlo a esta sección de comentarios. Las marchas reivindicativas sí tienen sentido, pero creo que ésta en particular pierde efecto al estar teñida de matices caricaturescos (más bien tipo carnaval), dando lugar a que su difusión en los medios refleje básicamente ese aspecto (recordar la foto rosada en El Tiempo). Si quienes desfilan lo hicieran con la apariencia común y corriente y la actitud con que casi todos viven a diario, su impacto sería mayor.

Irving dijo...

De hecho ni el primer ni el último párrafo hacen parte del artículo, y se defiende bien sin ellos. Igual ya hice uno que otro cambio, y corregí algunas cosas.

Respecto al contenido, me di cuenta que pasé por alto a las lesbianas y cometí el error que se suele cometer en estos casos, solo hablar de los hombres para así poder enchutarles lo del SIDA y lo del sexo anal, pero a las mujeres se las invisibiliza, o de otra forma habría que replantear todo el discurso homofóbico. Pero en fin, tengo otra versión en donde intento reparar esa falla.

La foto del tiempo es de un travesti, los representantes más extrovertidos y caricaturescos, y seguramente los que más se tiene en cuenta a la hora de hablar de la homosexualidad, aún en estos tiempos de televisión por cable y modas metrosexuales. Pero son una minoría dentro de una minoría.

Concuerdo con Horacio en que ya es hora de ir cambiando el estereotipo del gay, sobre todo desde los medios, y empezar a mostrar todo el espectro, no sólo un matiz (el rosa). Pero no creo que sea un problema de quienes desfilan, porque estoy seguro que muy pocos de los 10.000 eran travestis, sino de quien toma la foto para publicarla, y en especial, de quien enfoca el artículo hacia lo light y carente de análisis, mal de la prensa contemporanea.

Lo carnavalesco se volvió una costumbre, y todos los desfiles de este tipo son similares en todo el mundo, no me parece malo que así sea, me parece malo que sea lo único que quede.

Gracias por sus elavorados comentarios.

alcabanzo dijo...

Si buenas, ¿lo asustó lo deRichard Clayderman -o como se diga- y Shuman? En fin, solo pasé de Saludos. Díganle a Horacio que ya pasé por aquí, y que escriba sobre los "omnis" [objetos musicales no identificados] que encuentra por ahí en uno que otro coral.

Irving dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Irving dijo...

Si, el omnibus, que de haber sido por un teórico colombiano se habría llamado "el colectivo" o hasta "buseta", pero aca conocemos la traducción argentina, de ese giro armónico de nombre extraño. Y a todas estas, a quien se le ocurre bautizar giros armónicos?

Anónimo dijo...

Argentina? La traducción de Piston, de donde me aprendí eso, fue hecha por Labor (Barcelona), de cuya edición ahora es heredera SpanPres (USA). Pero si busca en google Omibus Progression encontrará un montón de textos en inglés... comenzando por wikipedia.Los giros armónicos son exclusividad rusa.

Alfonso, no es justo: Además de encontrar omnis, tengo que escribir sobre ellos?

Elaxolotl dijo...

¿ giro armónico ?
¿exclusividad rusa?
¿eso no es de conocimiento público, un giro armónico se puede patentar, o proteger?
¿travestis?
¡como hablan de todo acá que maravilla!
¿carulla?

alcabanzo dijo...

Bueno, sí. Que el río Tunjuelito sea descontaminado sería maravilloso. Por ejemplo, el dinero usado para sobornar a la mitad de los funcionarios que permitieron la construcción de centros comerciales como el que se planeaba hacer en el Norte (y que menos mal ya se detuvo el proyecto) debería cobrarse en impuestos y así financiar la descontaminación. En resumen, hay "Tunjuelitos" porque hay Atlantis... un Centro comercial no mejora la ciudad. maquilla los problemas, que no s lo mismo que solucionarlos...

Anónimo dijo...

Un amigo comunicador me hacía notar que los centros comerciales, que supuestamente son los nuevos espacios públicos que van reemplazando parques y plazas como sitios de encuentro, en realidad no son públicos sino privados. Si alguien quiere echar un discurso a los demás o al aire en Andino o Atlantis, o ponerse a tocar música, no tardan en llegar los de seguridad y llevárselo. La gente no tiene derecho a hacer allí más de lo que está previsto, lo que sirve comercialmente a esos lugares.

Elaxolotl dijo...

eso me recuerda que en el tiempo de la colonia cuando cada sitio "público" era el patio, la huerta y el solar de cada casa, la gente se iba a echar chisme al atrio de la iglesia, que de todos modos no ostenta el caracter público, es de una iglesia, la iglesia es de una diocesis o arquidiocesis, entonces, pero la gente igual iba, sino que eran más introvertidos, la verdad no le echo la culpa a los atlantices y a los andinos, es capital privado, que mal o bien me lo gasto en lo que se me venga, es neto dolo exclusivo(ojo que no es culpa) de la clase política, como ellos no han ido por allá.