domingo, abril 13, 2008

divagaciones de madrugada o how to turn sickness into unpopular songs


Estoy cansado de la gente. Estos han sido días de investigación inocua, de descubrimientos obvios, y estoy deprimido; si la depresión es ese estado de estar y no ser, o no querer ser, de andar sin ir, de hablar sin decir. Así es, nada me anima, nada me da verdadera risa, nada me parece verdaderamente importante, nada me conmueve, nada me fastidia siquiera, es como estar muerto. No puedo hacer otra cosa que dormir y estar por ahí echado, viendo televisión o en frente de esta pantalla de mierda, intentando hacer algo con toda esta nada de pensamientos y sentimientos, este vacío inmundo que nada puede llenar, que nisiquiera pretende ser llenado. Escribo estupideces: diarios de locos, artículos de asesinos en serie, letras sin sentido. Pienso mal de la gente, es como si ya no viera las máscaras, ahora veo lo de atrás, los rostros dejaron de ser construcciones de la personalidad, ahora son sólo una parte del cuerpo, su incidiosa presencia dejó de importarme, todos los rostros mienten, lo sé porque el mío miente, y desde ahí mido la realidad, desde mi esquina marginal. Soy un ser marginal entre los marginales. Es mi posición. He aprendido a quererla y respetarla. Nunca me han interesado los bienes, menos si conllevan responsabilidades que no pretendí tener en ningún momento. Creo en la libertad, los bienes atan, desgastan el alma. Cuando las personas empiezan a ser bienes para uno, pasa lo mismo, la pretensión de poseer, de querer dominar se vuelve una constante y comenzamos a ver a las personas en termnos materiales y ahí se pierde todo. No creo en el amor, no sé que es. En terminos religiosos tiene que ver con el respeto, y el respeto tiene que ver con la fidelidad, y la fidelidad tiene que ver con una idea loca de pretendernos monógamos, y la monogamia con una característica que naturalmente no se nos da muy bien, ¿entonces es el amor una imposición?. Desde otras orillas el amor es dar, y en ese sentido todo el que da ama, pero ese dar está delimitado a dar lo que el otro necesita, pero el otro puede necesitar algo que no podemos dar, y ahí empiezan los problemas, entonces amar es dar cuando se pueda y el otro quiera, que es lo mismo que decir nada. Según el diccionario es un sentimiento intenso de los seres humanos, que partiendo de su propia insuficiencia, necesitan de otros para el encuentro y la union, en cuyo caso, yo amaría a todas las personas con las cuales tengo alguna relación, entonces el amor es simplemente nuestra necesidad de relacionarnos con otros. Todo lo demás es mentira. No sé. Ese sentimiento intenso lo he sentido, algunas veces es incómodo, otras gratificante, otras desgastante. Pareciera que no hay terminos medios, o se ama apasionadamente y sin razón, o no se ama. La gente que no es capaz de amar suele pasar por inteligente, usan eso que ahora llaman inteligencia emocional, que no es otra cosa que ponerle precio a los sentimientos, y dependiendo de su valor, saber de cuales deshacerse y cuales conservar, es como una bolsa de sentimientos. A los que no tenemos esa “inteligencia” nos parece que es un atentado pensar en el amor como un bien, y defendemos nuestra noción del amor como si fuera la única posible y verdadera. Pero no sé, cuando no se cree en el amor, las dos estarían equivocadas. Aunque no creer en el amor es como no creer en Dios, implica su aceptación. Entonces no creo en el amor, sé que necesito de él para definirme frente a él mismo, ya que su presencia es más poderosa que lo que yo pueda pensar acerca de ella, es decir, nuestras apreciaciones no modifican el concepto, nos modifican a nosotros frente a él, ya que el concepto es inmodificable. Amor es amar, y amas cuando sientes ese sentimiento intenso de unirte a alguien más, basta, lo demás es mentira. Yo no creo en el amor, pero amo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no sentir, no pensar, soñar a caso, ser un muerto que solo esta para tu amor despierto y para todo lo de mas no ser...

Pelvis dijo...

y a veces cuando amas y eres amado, por la coladera quieren regresar las ganas de no amar nada...