viernes, noviembre 25, 2005

Adams, el aperitivo esperado.

Anoche estuve en la premier, veinte años tarde, en Colombia, de un compositor estadounidense que según críticos y conocedores, es el compositor contemporaneo más reconocido y tocado. Entiendan que acá el termino compositor, incluye a todos los que en linea desde el canto gregoriano hasta stockhausen, han contribuído con partituras y pensamientos a la tradición de la llamada música clásica, término que en nada ayuda a clarificar de qué se trata, pero es el planetariamente aceptado, no digo universal. Es un termino excluyente, y compoitores de otras músicas tambien deben ser llamados compositores, pero acá, para hacerme entender, les propongo una pregunta: ¿no es acaso la diferencia entre arte popular y arte (de esferas no populares) un hecho meramente económico y cultural? que en un pais pobre como el nuestro se exalta innecesariamente, haciendo que predomine la visión de clase, y viendo esta "clase" como poder de hacer y de pensar por los otros. Pero me estoy desviando, a lo que iba es que se estrenó una obra de Jhon Adams (aparece en mis enlaces si quieren saber más) llamada "chairman dances" escrita en 1985.

Adams no era el plato fuerte, pero en la boletería estaba impreso su nombre como si lo fuera, sin el Jhon claro está, para que cupiera la duda de pensar que se tocarían arreglos orquestales de Bryan Adams. Afortunadamente no fue así, el aperitivo era minimalista (como el pobre programa de mano lo indicaba) y continuaba con un concierto doble de Bach y la segunda sinfonía de Brahms como postre (un final algo pesado para la noche). La orquesta estuvo bien y el director invitado (tengo que decirlo, es algo que se tiene que decir) un negro altísimo, impecable.

El único lunar fue el violinista solista en el doble concierto de Bach, que parecía en franca competencia de velocidad para llegar a la ansiada meta cadencial del tercer movimiento fugado. Llegó de primero, eso si, pero no ganó nadie y perdió ante todo la música.

Es un alivio que se toquen por fin, cosas de los minimalistas en orquestas colombianas, pues ya se ha tenido bastante de musica contemporanea que nadie entiende y nadie toca bien (a veces ni el compositor la entiende) y que termina por ser un aburridora experiencia para todos, sobre todo para el público. Espero se sigan montando más minimalistas, para superar de una vez por todas, lo aleatorio en la musica contemporanea colombiana.

2 comentarios:

KMO dijo...

No entendi nada.¡?¡?¡?¡

Anónimo dijo...

kmo, la nota del autor es para gente que le interesa la música llamada "seria", o "erudita", o "clásica", o "artística", o "académica", todos nombres algo inapropiados pero que, a falta de algo mejor, se usan para diferenciarla de la música popular, o de consumo comercial. En ese marco, esta nota es ilustrativa sobre ciertas características del compositor, y además toma posición respecto a la música contemporánea que se hace en Colombia, por lo cual, a mí me pareció bastante sustanciosa.